Rinoceronte 1


¿A qué huele? Esa fragancia, ese olor que pincha como aguja, imperceptible. Un perfume muy particular, algo que ya había olido. Un placer como de hacha en la nuca. Punzante y tajante. Algo así huelo, o estoy reproduciéndolo con mi memoria. Un instante. ¿A quién me hace acordar ese olor? Por ahí a alguna cosa de cuando era chica. Pienso, pero nada. Y sin embargo me es tan familiar. Huele a cerrado, a vacío, a polvillo y hongos, a enfermedad, a gente vieja, a cosas de gente vieja. La tía Luisa, huele a la tía Luisa y esas cosas con las que perfumaba su casa y a ella y a todos los que le pasaban cerca. Fue ella quién se apareció con la noticia. Le correspondía, tanto que lo había augurado, ese amigo tuyo va a terminar mal si no se cuida. Y esa tarde, cuando vino de visita, mientras mascaba una galletita de limón, lo deslizó como al pasar, dicen que se lo comió un rinoceronte al final, y ese olor a muerte, a inútil, por toda la casa.

1 comentario:

  1. Es muy probable que sin el sentido del olfato, nuestros recuerdos mermarían aproximadamente un 64,3%...

    ResponderBorrar